La manera en que el racismo, la injusticia y la industria del tabaco van de la mano
Como parte de un patrón de prácticas predatorias al beneficio de sus propias ganancias, la industria del tabaco lleva casi un siglo explotando y discriminando a las comunidades diversas de California. 1 2 3 Documentos internos de la industria del tabaco resumen sus estrategias, muchas de las cuales representan intentos increíbles de vender sus productos letales a las poblaciones vulnerables y marginadas mediante descuentos y publicidad manipuladora. En el pasado, incluso regalaba productos gratuitos a los jóvenes que vivían en proyectos de vivienda pública.4 Las tácticas de la industria del tabaco se hacen pasar por apoyo a las comunidades diversas, celebrando sus culturas singulares y experiencias compartidas.
Desafortunadamente, estas tácticas han funcionado. La industria del tabaco dirigió sus tácticas agresivas a comunidades específicas y, como resultado, algunas poblaciones tienen índices más altos de uso de tabaco, están más expuestos al humo de segunda mano en sus trabajos y hogares, y tienen una mayor incidencia de enfermedades relacionadas con el tabaquismo que la población en general.5 6
La industria del tabaco desarrolla sus productos, sus estrategias de precio y sus prácticas de mercadeo para dirigirse a poblaciones específicas de formas muy sofisticadas. Las investigaciones han encontrado una relación entre la cantidad de tiendas que venden tabaco y el uso de tabaco en las comunidades socioeconómicamente desfavorecidas, las comunidades afroamericanas y las poblaciones jóvenes.7 8 El número de establecimientos para venta al menudeo de tabaco y su proximidad a escuelas en las zonas urbanas de California se ha asociado con el consumo experimental del tabaco entre los estudiantes de preparatoria o “high school”. 9
Contrario a lo que asegura la industria del tabaco – que la promoción de sus productos no se basa en la raza o la etnicidad, muchos productos de tabaco, como los cigarrillos mentolados, los cigarrillos electrónicos con sabores, los puros pequeños y los cigarrillos “orgánicos”, son dirigidos a poblaciones específicas, incluyendo a los indígenas de América, los afroamericanos o los latinos. Un estudio incluso encontró que la publicidad dirigida a vecindarios que están cerca de escuelas de preparatoria en California expuso a los afroamericanos a más promociones y precios más bajos para la marca líder de cigarrillos mentolados.10
La industria del tabaco tiene un legado de conducta indebida y desorientación. La industria financió una investigación engañosa que demostraba que las personas con trastornos mentales podían usar el tabaco para mejorar sus síntomas.11 La industria incluso regalaba cigarrillos en instituciones psiquiátricas.12 La industria del tabaco también ha financiado a escuelas primarias y secundarias, universidades y colegios, e incluso programas de becas para las comunidades hispanas/latinas para crear la ilusión de que están apoyando el futuro de esas comunidades.13
La industria del tabaco se burla del verdadero trabajo de responsabilidad social corporativa. Las compañías de tabaco fueron de las primeras corporaciones en aportar “apoyo” financiero a las comunidades LGBTQ+ anunciándose en publicaciones LGBTQ+ y patrocinando eventos comunitarios y de orgullo gay (PRIDE). Sin embargo, también usan estrategias de comercialización diseñadas para explotar los sentimientos de aislamiento y desesperanza que la comunidad LGBTQ+ sufre debido a la discriminación sistémica, promoviendo la aceptación del tabaquismo en la vida LGBTQ+.14
Cooptar las tradiciones culturales y las prácticas ceremoniales, así como la generalización de comunidades enteras, es todo parte del manual de tácticas de la industria del tabaco. Se apropian de las culturas indígenas americanas para vender sus productos letales, aprovechándose de las tradiciones ancestrales, financiando sus asambleas (powwows) y promoviendo marcas como Natural American Spirit para beneficiar sus propias ganancias y no para demostrar un apoyo verdadero de las comunidades indígenas americanas.15 16
Para la industria del tabaco las comunidades que son predominantemente de bajos recursos son una rica fuente de ganancias, así es que se dirigen a ellas de maneras particularmente agresivas, manteniendo un suministro constante de productos de bajo costo y fácil acceso dentro de estas comunidades para que la gente siga enganchada.17
Un ejecutivo de la industria del tabaco afirmó que las poblaciones asiático-americanas serían una buena fuente de ganancias, ya que “esta comunidad tiene una predisposición generalizada hacia el tabaquismo”, insinuando que todas las personas que se identifican como asiáticas son exactamente iguales cuando se trata de engancharlas con facilidad a sus productos letales.18
Ni siquiera las comunidades rurales se libran de la ideología de la industria del tabaco, que toma los ideales masculinos rurales y los distorsiona, presentado imágenes de vaqueros robustos, cazadores y conductores de automóviles de carreras en su publicidad, convirtiendo a quienes viven en las comunidades rurales en unos de los mejores clientes de la industria del tabaco. Debido a estas prácticas, los condados rurales de California tienen algunas de las tasas más altas de tabaquismo en el estado,19 y los residentes de las zonas rurales empiezan a fumar a una edad más temprana.20
Las tácticas predatorias de la industria del tabaco perpetúan y se aprovechan de la injusticia, empeorando las disparidades de salud que estos grupos ya viven. Todos los californianos merecen vivir libres de los daños que causa el uso de tabaco. Acabar con las tácticas predatorias de la industria no sólo se trata de un tema de salud – se refiere a la creación de una California equitativa para todos.